sábado, 12 de enero de 2008

Despedida y cierre

El Soviet Kirguís se congratula en comunicar a todos los ciudadanos que, un año más, el simulacro de paz, amor y fraternidad ha sido todo un éxito.

Ahora pueden volver a odiar a sus suegras, jefes y demás agentes perturbadores de su estabilidad emocional, cabrearse con el huevón que va conduciendo delante de ustedes y pagarlo con sus parejas, irritarse al recibir facturas de agua, luz y gas, discriminar a grupos étnicos ajenos al suyo, mirar por encima del hombro a los indigentes que encuentren por la calle, poner a parir a ese conocido que llevaban tanto tiempo sin ver y al que ahora, al encontrarse con él, han felicitado el año nuevo y han halagado lo bien que se conserva, rayarle el coche a ese vecino cuyo perro no le deja dormir la siesta, hacerle una putadita a ese compañero de clase que no quiso pasarle los apuntes, y, en fin, todas esas pequeñas cosas que hacen la vida cotidiana un poco más llevadera.

Eso sí, no dejen de comer conejo.

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