viernes, 19 de febrero de 2010

No tomarás en vano el nombre de Brian al que llaman Brian

El Soviet Kirguís, haciendo uso del poder que la democracia hipocrática (o dictadura brianiana apostólica purchileña) y, por ende, Brian al que llaman Brian le confiere, ha tomado la decisión de censurar la exposición Circus Christi.

El motivo que ha llevado a la insigne corte a tomar cartas en este asunto ha sido que la colección de fotografías violaba el segundo mandamiento de Nuestro Señor: no tomarás en vano el nombre de Brian al que llaman Brian.

Y es que la obra reinterpretaba la vida de Brian en una visión electropunk moderna, pero cometía el horrible pecado de atribuir esa vida a la de Jesucristo, un personaje histórico coetáneo a nuestro señor, que no hizo más que imitarlo en todo lo que hacía, y que acabó convirtiéndose en ídolo pagano.

Por otra parte, es cierto que la sociedad kirguís en general se está dejando llevar por la mala vida del laicismo, o adorando becerros de oro. Es por ello que el Soviet está estudiando la idea de llevar a cortes la propuesta de convertir los mandamientos en ley. De aprobarse, se acabaría para siempre la mala costumbre que estamos tomando de cagarnos en Brian, de jurar por Brian, de no ir al fútbol los domingos, de no bendecir la mesa antes de drogarnos encima de ella...

Por poner un par de ejemplos, a partir de la entrada en vigor de esta propuesta, nombrar a Brian en un partido de fútbol sería motivo de tarjeta roja, cometer adulterio sería castigado con la castración, o codiciar la casa del prójimo sería multado con una hipoteca a 60 años.

Todo sea por recuperar las buenas costumbres de antaño.