miércoles, 30 de abril de 2008

Controversias tradicionalistas

El recientemente investido Soviet Kirguís, de formación mayoritariamente anarquista, ha avanzado un paso más en la remodelación de la tradicional fiesta de las Cruces de Kirguistán la Vella.

Para ello han prohibido no sólo el consumo de alcohol en la vía pública, sino también su venta por parte de las barras montadas para la fiesta y, para más INRI (nunca mejor dicho), también el consumo en el Templo Etílico de la Huerta del Rasillo.

Y dicho esto, surge la controversia: ¿para qué se hacen los templos si luego no se permite utilizarlos?

Alternativamente, se ha propuesto, como venía haciéndose los últimos años, la creación por parte de los vecinos de cruces adornadas con flores.

Ellos lo llaman progreso. Los sectores más tradicionalistas lo llaman mutilación. Sea como sea, los que más perjudicados resultarán cuando esta remodelación de la fiesta se haya concluido dentro de unos años, serán los adeptos al opusdeísmo, que ven estas medidas como un cerrojazo a uno de los pilares más importantes de la religión: la peregrinación, al menos una vez en la vida, a Kirguistán la Vella, para acercar su alma a dios a través del culto etílico, en la fiesta de las Cruces de Mayo.

http://www.granadaenlared.com/foros/4_523_0.html